Índice 0. Portada - 1. Antes de 1959 - 2. Información - 3. En la Sierra Maestra - 4. Mella - 5. Un autor: Virgilio Martínez Gaínza - 6. Al principio - 7. Muñequitos de Revolución - 8. Un autor: Tulio Raggi - 9. Pionero (1) - 10. Pionero (2) - 11. Pionero (3) - 12. Un autor: Juan Padrón Blanco - 13. Ediciones en Colores - 14. Un autor: Rafael Fornés Collado - 15. Un año para la historieta didáctica - 16. ©Línea - 17. Pásalo - 18. Zunzún - 19. Un autor: Roberto Alfonso Cruz - 20. La Editorial Pablo de la Torriente (1) - 21. La Editorial Pablo de la Torriente (2) - 22. Un autor: Eduardo Muñoz Bachs - 23. La historieta en la prensa técnica y cultural - 24. - 25. Cuando no hay papel (1) - 26. Cuando no hay papel (2) - 27. Un autor: Orestes Suárez Lemus - 28. ¿Continuará? |
22. Un autor: Eduardo Muñoz Bachs
En la madrugada del 22 de julio de 2001 falleció en La Habana Eduardo Muñoz Bachs. Con su muerte, los mundos de la ilustración, la pintura y la historieta perdieron a un gran artista, quien tuvo la suerte de conocerlo personalmente a un gran amigo, así tierno, dulce y sensible como lo son las obras que nos deja. Cinco años antes había festejado su 2 000 afiche, consagrándose así no sólo como el más importante y afirmado, sino además como el más prolífico exponente de aquella escuela cubana del cartel cinematográfico que es famosa en todo el mundo. Como es notorio, el afiche cinematográfico cubano presenta la peculiaridad de no ser constituido ni de una foto ni de una ilustración naturalista que represente a los actores o una escena de un filme: es al contrario una obra gráfica inspirada con mucha libertad al tema de la película, preciosamente impresa en colores y en serigrafía. De esta escuela del cartel cinematográfico cubano puede decirse que Eduardo Muñoz Bachs haya sido sin más el fundador. La primera obra realizada con estos criterios es en efecto su afiche de 1960 para el filme «Historias de la Revolución» de Tomás Gutiérrez Alea. Además que autor de más de dos mil carteles cinematográficos, Eduardo Muñoz Bachs fue pintor, ilustrador de revistas y de libros para niños, y hasta dibujante de historietas. En el realismo mágico de sus obras pictóricas, de impronta vagamente chagallana, pobladas de imágenes de Charlot, de payasos, de arlequines, de soles y lunas sonrientes, se expresa en la forma que puede ser más completa y sugestiva el universo fantástico de este grande poeta del color. Aventurándose en la narración en el sector del dibujo animado en los primeros años de la década del sesenta, sólo mucho más recientemente, en 1985, se acercó a la historieta, solicitado por los dirigentes de la entonces recién constituida Editorial Pablo de la Torriente. Sobre guión del poeta Félix Guerra, realizó numerosas historietas, la mayoría bajo el título «El Cuento». Se trata de irónicos trastornos de los cuentos clásicos: muchos centrados en las relaciones entre Caperucita Roja y el Lobo. Estas historietas, ya godibles en sí mismas, puede ser que tengan el destino de dejar una huella sobre todo en la historia del arte, uniéndose a las otras numerosísimas obras poéticas de este gran ilustrador y pintor. Muchos son los reconocimientos que mereció en su carrera artística. En Cuba ganó veintiún premios; además fue premiado en Alemania (Leipzig, 1967), en Canadá (Ottawa, 1972), en Francia (Cannes, 1973, 1974 y 1981; París, 1975), en Estados Unidos (Hollywood, 1978 y 1983) y en Japón (1986 y 1990).
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Ilustraciones
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Afiches cinematográficos Para el XXV aniversario del Cine Móvil del ICAIC (1986). Para el filme de Humberto Solás «Un hombre de éxito» (1986). Para el documental de Luis Felipe Bernaza «Cayita: una leyenda» (1989). Para el dibujo animado de Juan Padrón «Elpidio Valdés» (1994). Dibujos Pinturas Un retrato más del Che (1997). Historietas |
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© 1995, 2003, 2007 - Las ilustraciones son propriedad de los respectivos autores |